Me persigue
ese olor a moho
de los minutos
de hace un siglo,
ese tiempo que guarda
el sentido secreto
de los geoglifos
de excremento de mosca
que pueblan el firmamento.
que pueblan el firmamento.
Detrás de los pasos
de esa infancia inventada,
jamás vivida,
siempre en estado de bosquejo,
parapetada en ese rincón,
especie de semicaja,
mitad muro, mitad puerta
donde las sombras
ya son muro.
Espacio donde el pasado se agazapa
y se hace pequeño,
reaparece y permanece inencontrable
bajo los sobacos
de ese animal redondo
que nunca vuela.
Antonia Obiol y C ® 2016
Gráfica: Thomas Saliot // Tatka // FFO Art
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