domingo, 29 de julio de 2018

Parapente



Es bueno
dormir mirando la luna
a cara abierta
y recorrer los propios laberintos
estudiando el paisaje,
palpar los volcanes
en cada una de sus grietas,
ser casa, túnel y copa,
boca abierta a los gritos interiores.

Tejer momentos íntimos,
de ese tiempo guardado en las venas,
todo en la punta de la lengua
a orillas de la mirada.

Viejos colores que imprimen gritos
en distintas lejanias,
vaivén de palabras caídas
a un mar de espumas
que arrastra el reverso de la historia,
donde cada vocablo
destila otro ordenamiento,
nuevos mitos
con las víctimas de otra desgracia.

AOC.©.2018
Gráfica: Malika Favre

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