Yo la vi preguntar
más con los ojos
que con los labios
a ese soldado envuelto en guerra,
como si le faltara lengua y voz
a tantos dolores,
como si la vida
se envolviera
en piel de olvido.
Quien albergara
las penas de las noches
que vendrán?
cuando al morir el dia
el sol permita
que lo miren en poniente
solo para dejar caer blandamente
cada estrella.
Ella soñaba con ser bosque
y prolongarse en el misterio de su espacio
indefinidamente,
más allá de ese velo de troncos,
quería ser lecho de musgo
enorme y profundo
como grito de terciopelo.
AOC ® 2020
Gráfica: Alfonse Mucha //Eugene Jansson
No hay comentarios:
Publicar un comentario