Esta ciudad
se inunda, se rebalsa
en un lodo que se amasa con llanto
como si el vértigo
fuera dueño de nuestras almas vencidas
y las lanzara
a lo más hondo de la vida.
En los cordones de calles
el remordimiento vive
se agita, escarba,
mientras lo irremediable
muerde, socava,
va minando los cimientos
y acunando dolor.
En alguna parte
queda el recuerdo
del pueblo que hemos sido,
pero la indiferencia
adopta esa apariencia de inmortalidad
contemplada sólo
por ese sol del ocaso
y un cementerio
de lunas olvidadas.
AOC.2016
Gráfica: Sam Hyen Kim // Julien Malland // Daniel Danger
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