domingo, 14 de febrero de 2021

ZEN




Más que callarme
me declararon invisible
sin ojos ni manos,
sin palabras que goteen.


En silencio
y sin sombra,
aullando a una luna escondida,
atrincherada en una jaula de locas
azules y grises todas,
deambulando por puentes colgantes
con un grueso perfil de cuerpo muerto.


Invisible
para aquellos
que siguen el dictado
de sus gustos
y sus repugnancias 
como ladrones que mancomunadamente
matan cualquier camino
marcando con el signo de la cruz
esa vieja coraza de cercos.


Involuntariamente
cuelgo una gruesa hilera
de años de abandono
con todos sus agrupados diciembres;
por alguna vieja razón
seguiré moviendo mi mano
en la oscuridad
como un arado,
y dejaré caer mi voz
con todo el peso de la cosecha,
más allá del silencio.


AOC 2020
Gráfica: Erika Kuhn // Elsa Mora










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