La rabia
me acuna, me nutre,
impide
que mi ojo asesino duerma,
que la indulgencia
me paralice,
esta rabia orgánica,
sistémica
me levanta y me acuesta
un poco amarga,
pero viva,
me sustrae
de la indulgencia,
y sobre todo
de la autocomplacencia.
Esta rabia ingente
moviliza mi pesada sangre
por un pedregoso camino
que me aleja de muchos,
pero me sitúa justo
en el centro,
de mi cuerpo erguido,
bajo mi arco de ceja
por donde pasa el cielo,
cielo de lava, de tempestad
como trompeta sorda
de mi abismo...
A.O.© 2015
Para escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=fp16CKQqMAA
Gráfica: Abigail Larson // Bernardette Pascua // Marcela Gutierrez
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