Siempre existió en ti
esa sonrisa distante, enlatada
y esa soledad amasada al sol
hasta la ruina.
Lo más sensato
sería retirarse de los lugares
donde la vida huye
al ser nombrada.
Porque detrás de tus ojos
solo se encuentran
murallas suspendidas y columnas
que alzan tu mundo de estatuas
donde solo los signos dormidos
escuchan mi viaje.
Eclipses lunares
fatigados de tiempo
cierran todas las puertas
donde duermen las soledades
hechas de nidos, de cuerdas liquidas
y algas errantes
que dejan caer sus hijos
en una tierra de soles fríos
y vientos que solo vienen de visita.
AOC. ©. 2018
Gráfica: Harumi Hironaka // Romel de la Torre
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