domingo, 27 de agosto de 2017

En picada



Ese gusto imposible
de conjurar la fuerza
de un sordo azar
 y este eco palpitante
de una realidad que no existe,
se entrelazan en un juego
de frases perdidas
en un viento de agosto.

La soledad se precipita
por la confusión
y sus abismos,
solo queda el orden
con que he decorado las paredes.

En el camino incierto
de las estrellas fugaces,
buscando ese lugar tan mío
como mi propia muerte,
despierta
a esa hora el alba
que arrastra su cortejo de presagios
donde se fraguan
abominaciones y sueños.

Antonia Obiol - 2017
Gráfica: Pablo Bernasconi

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